Con la digitalización de servicios bancarios y la creciente dependencia de los smartphones, estos dispositivos se han convertido en los blancos perfectos para ataques maliciosos. Datos como contraseñas, números de tarjetas, contactos y correos electrónicos pueden ser extraídos a través de malware, aplicaciones fraudulentas o incluso mediante conexiones a redes wifi inseguras.
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A medida que estos delitos se vuelven más sofisticados, los expertos en ciberseguridad recomiendan tomar medidas preventivas para minimizar los riesgos. Al respecto, existe un truco que, aunque no garantiza que el celular quede exento de cualquier ataque cibernético, sí disminuye las posibilidades de que sufra una estafa.
Los programas espías y ciertas formas de malware dependen de sesiones activas para operar, por lo que un reinicio puede desactivar o dificultar su funcionamiento. Además, apagar el dispositivo reduce la exposición a amenazas como el hacking a través de redes wifi públicas o el acceso no autorizado a información almacenada en el celular.
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Aunque esta medida no sustituye el uso de antivirus, la actualización constante del software o la precaución al descargar aplicaciones, puede ser una herramienta complementaria para reforzar la seguridad digital. En un mundo donde la ciberdelincuencia no deja de evolucionar, cada acción de protección cuenta para evitar ser víctima de una estafa millonaria.
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