Según la versión de los turistas, un vendedor local les sugirió visitar su casa para degustar un menú vegetariano. Una vez allí, solicitaron dos jugos y dos platos de arroz con verduras, sin imaginar la sorpresa desagradable que les esperaba al recibir la cuenta.
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«Comimos y luego vimos que nos escribieron la cuenta y nos la pasaron. Eran 2 millones de pesos, pero nosotros les dijimos que cómo era posible tanto dinero solo por eso«, expresó uno de los turistas.
La pareja manifestó su incapacidad para pagar esa cantidad en efectivo, pero la situación se volvió aún más tensa cuando un individuo del establecimiento los amenazó con retenerlos hasta que cancelaran la deuda.
A pesar de que mostraron su disconformidad y el miedo los obligó a entregar todo el efectivo que tenían, también se vieron forzados a realizar transferencias bancarias para completar el pago.
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Estas situaciones han generado indignación entre la comunidad turística y han destacado la necesidad de una regulación más estricta para evitar abusos y proteger a los visitantes en la Heroica.
En Cartagena nuevamente estafaron a turistas extranjeros. A un par de ciudadanos alemanes les cobraron dos millones de pesos por dos jugos y dos platos de arroz con vegetales. El alcalde electo Dumek Turbay anunció acciones contra los estafadores.
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— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) December 31, 2023
En redes sociales difundieron la factura en la que se ve todos los productos consumidos y el valor de cada uno de ellos. Sin embargo, más allá de la comida, que tuvo un alto valor, lo que más llamó la atención fue el cobro que hicieron por el servicio, pues este fue de más de un millón de pesos.
En la factura se ve que cobraron 295 mil por un plato de pargo, 275 mil por un róbalo, 125 mil cada piña colada, 20 mil por la cerveza y 75 mil por cada limonada de coco. Además, cobraron 415 mil por el servicio del restaurante y 1.200.000 por el servicio de los trabajadores.
En total, la cuenta salió por $4.570.000, un precio bastante elevado para el tipo de comida que se consumió. Sin embargo, los turistas no tuvieron de otra que pagar el excesivo cobro, no sin antes tomarle una foto a la factura.
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