La teoría más común, y la que muchos consideran la «oficial», es que Hendrix murió por una sobredosis accidental de barbitúricos. Se dice que la noche anterior a su muerte estuvo de fiesta y tras tomar algunas pastillas para dormir, se fue a su apartamento en Londres. Al día siguiente, lo encontraron sin vida. Muchos amigos de Jimi han corroborado esta versión pero, como todo en la vida, siempre hay espacio para la duda.
Otra teoría que ha ganado popularidad es la de que Hendrix se quitó la vida. Algunos biógrafos creen que estaba lidiando con una depresión profunda y la presión de la fama. Según esta versión, Jimi sentía que su vida no tenía sentido y decidió acabar con su sufrimiento. Sin embargo, sus defensores argumentan que tenía planes para el futuro y que no era el tipo de persona que hubiera tomado una decisión tan drástica.
Otra versión menos popular, pero igualmente inquietante, es que Hendrix pudo haber muerto por asfixia accidental. Se argumenta que, bajo la influencia de las drogas, se podría haber ahogado con su propio vómito. Aunque esta teoría no tiene tanto peso como las anteriores, sí añade un toque trágico a la historia.
En resumen, la muerte de Jimi Hendrix sigue siendo un misterio lleno de teorías. ¿Sobredosis accidental, suicidio, asesinato o asfixia? La realidad es que nunca sabremos con certeza qué sucedió aquella fatídica noche. Lo que es innegable es que su música sigue viva, resonando en cada rincón del mundo, y su legado sigue inspirando a nuevas generaciones.
Por Daniela Herrera
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