La película Beetlejuice, estrenada en 1988, sigue siendo un ícono del cine de culto y uno de los trabajos más emblemáticos de Tim Burton. La cinta recaudó 70 millones de dólares, seis veces más de lo que costó producirla, y fue clave en consolidar la comedia de terror como un subgénero respetado en la industria del cine. Este éxito permitió que el personaje de Beetlejuice, interpretado por Michael Keaton, se convirtiera en uno de los antagonistas más queridos y recordados por el público.
Beetlejuice también hizo historia como el primer DVD que Netflix envió cuando operaba como un servicio de renta por correo, marcando un antes y un después en la evolución del consumo de películas. Ahora, más de tres décadas después, la esperada secuela, Beetlejuice 2, es estrenada en 2024.
Esta nueva entrega trae de vuelta a gran parte del elenco original, incluidos Keaton y Winona Ryder, y sumará nuevos actores al proyecto. Según el propio Tim Burton, esta secuela fue creada por razones personales y no con fines de lucro, lo que demuestra su pasión por continuar la historia del fantasma más irreverente del cine.
El personaje de Beetlejuice fue una creación del escritor Michael McDowell, inspirado por el auge de películas de los años 80 que fusionaban terror y comedia, como Gremlins y Ghostbusters. Con su traje de rayas blancas y negras y su maquillaje único, Beetlejuice representa el caos y la extravagancia, elementos que lo han hecho inolvidable para los fanáticos. Este diseño visual no solo ayudó a cimentar su legado, sino que también le valió el Oscar a mejor maquillaje y nominaciones a premios BAFTA en efectos especiales y maquillaje.
Para muchos, el personaje se popularizó aún más con la serie animada que se estrenó en 1989, justo un año después del filme original. La caricatura estuvo al aire durante tres años, acercando a una nueva generación, en especial a los millennials, a este peculiar fantasma. Su nombre, Beetlejuice, es un juego de palabras entre «beetle» (escarabajo) y «juice» (jugo), aunque en la película también se le conoce como Betelgeuse, una estrella en la constelación de Orión.