¿Paul McCartney y Michael Jackson realmente hicieron una canción juntos?
Si bien su relación personal se deshizo por un desliz, mucho se habla sobre su trabajo en conjunto
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Si bien su relación personal se deshizo por un desliz, mucho se habla sobre su trabajo en conjunto
Las trayectorias de Michael Jackson y Paul McCartney son ejemplos icónicos de éxito en la música. Michael, conocido como el «Rey del Pop», revolucionó el panorama musical con su estilo único y su habilidad para mezclar géneros.
Su álbum Thriller, lanzado en 1982, se convirtió en el más vendido de todos los tiempos, con éxitos que definieron una era. Por otro lado, Paul McCartney, una de las figuras más reconocibles de la música, logró una fama mundial tanto con The Beatles como en su carrera en solitario. Su habilidad para componer melodías inolvidables y letras profundas lo ha consolidado como uno de los más grandes compositores de la historia.
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La unión de estas dos leyendas musicales surgió de un simple llamado telefónico. En los años 80, Michael decidió que quería colaborar con McCartney, y esta decisión se convirtió en la primera piedra de una relación artística que produciría resultados memorables. Al invitar a Paul a trabajar juntos, Michael no solo buscaba crear música, sino también explorar nuevas ideas y estilos que resultaron en una gran combinación.
Su primer sencillo, «The Girl Is Mine», lanzado en 1982, es quizás la pieza más emblemática de su trabajo conjunto. Esta canción, que relata una rivalidad amorosa entre ambos artistas, muestra la habilidad de McCartney y Jackson para contar historias a través de su música. En el tema, cada uno argumenta que «la chica es mía», creando un diálogo que atrajo a fans de diferentes generaciones.
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El impacto comercial de «The Girl Is Mine» fue notable. Alcanzó el puesto número 2 en el Billboard Hot 100 y lideró las listas de R&B y Adult Contemporary en Estados Unidos, vendiendo más de un millón de copias solo en este país. La canción también tuvo un buen desempeño internacional, alcanzando el puesto 8 en el Reino Unido, consolidando aún más la reputación de ambos artistas.
La composición surgió de manera casi instantánea, cuando Michael tuvo la idea y la cantó tal como la imaginó. Luego, se dirigió a la casa de Paul para finalizar el tema, y lo curioso es que lo hicieron mientras veían caricaturas en la televisión de la residencia de McCartney en Tucson.
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Posteriormente, llegaron temas más destacados de esta colaboración entre las leyendas de la música, incuyendo ‘Say, say, say’ y ‘The man’, que se convirtieron en grandes éxitos mundiales.
