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La inclusión del breakdance como deporte olímpico en París 2024 marcó un hito en la historia de los Juegos Olímpicos, pero también generó todo un debate a nivel mundial. Mientras algunos celebran la llegada de esta disciplina cultural a la máxima competición deportiva, otros cuestionan su lugar entre disciplinas más tradicionales.
Originado en las calles de Nueva York en la década de 1970, el breakdance, o breaking, evolucionó de una danza callejera a un deporte altamente competitivo. Su inclusión en los Juegos Olímpicos de París 2024 representa un reconocimiento a su historia y a su creciente popularidad entre los jóvenes. Sin embargo, esta decisión no ha estado exenta de polémica.
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Memes tras debut del breakdance en los Olímpicos
Muchos internautas han expresado su sorpresa y, en algunos casos, su indignación, al ver al breakdance como un deporte olímpico. Las redes sociales se inundaron de memes y comentarios irónicos comparando esta disciplina con otras actividades como el billar, el ajedrez y el fútbol sala.
Muchas de estos memes han satirizado la idea de un baile callejero como deporte olímpico, comparándolo con habilidades poco convencionales. Asimismo, los críticos argumentan que el breakdance no cumple con los requisitos tradicionales de un deporte olímpico y que su inclusión podría diluir la esencia de los Juegos.
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El breaking como deporte olímpico
A pesar de las críticas, el breakdance ha demostrado ser una disciplina exigente que requiere una gran habilidad física, coordinación y creatividad. Los atletas de breakdance, conocidos como B-Boys y B-Girls, realizan acrobacias impresionantes, movimientos fluidos y coreografías originales, todo ello al ritmo de la música.
La competencia de breakdance en París 2024 fue un espectáculo bastante comentado a nivel mundial. La japonesa Ami Yuasa se convirtió en la primera medallista de oro en esta disciplina, dejando en claro que el breakdance es un deporte que ha llegado para quedarse.
