Las carnicerías son establecimientos comerciales donde se vende carne fresca, principalmente de res, cerdo y pollo. En estos lugares, los clientes pueden encontrar una variedad de cortes de carne, preparados y listos para ser cocinados según sus preferencias.
A lo largo de la historia, las carnicerías han sido fundamentales en la dieta de muchas culturas, y Bogotá no es la excepción. Sin embargo, en la capital colombiana, existe una peculiaridad: a las carnicerías se les llama «famas». Esta tradición tiene sus raíces en el siglo XIX y está llena de historia y curiosidades.
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La costumbre de llamar “fama” a las carnicerías en Bogotá se remonta al siglo XIX. Durante esa época, la ciudad contaba con cuatro carnicerías principales: Carnicería de las Nieves, Carnicería de Santa Bárbara, Carnicería de San Victorino y Carnicería La Fama. Esta última, se destacó entre las demás debido a sus precios accesibles y la calidad de sus productos.
La clave de su éxito radicaba en que compraba directamente a los campesinos, eliminando intermediarios y reduciendo costos. Esta popularidad hizo que frases como “mijo, vaya a la fama” se convirtieran en parte del vocabulario cotidiano de los bogotanos, quienes empezaron a utilizar “fama” como sinónimo de carnicería.
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El uso del término “fama” se extendió rápidamente. Así como “Kleenex” se convirtió en un sinónimo de pañuelos desechables, “fama” se convirtió en un sinónimo de carnicería en Bogotá. Los padres y madres pedían a sus hijos que fueran a “la fama” a comprar la carne del almuerzo, perpetuando así la tradición a lo largo de generaciones.
Aunque la teoría de la Carnicería La Fama es la más aceptada, existen otras explicaciones sobre el origen del término. Algunos historiadores sugieren que la expresión “crea fama y te fiarán la carne” pudo haber influido en la popularización del término. Según esta teoría, la confianza y la buena reputación de las carnicerías eran cruciales para los clientes, lo que pudo haber llevado al uso de la palabra “fama”.
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Otra teoría menos popular es la posibilidad de que el término derive de palabras árabes o chibchas que significan carne. Aunque estas teorías no tienen tanto respaldo histórico, añaden una capa de misterio y riqueza cultural al término.
Hoy en día, la palabra “fama” sigue siendo un término común en el léxico bogotano. Las carnicerías son una parte integral de la vida cotidiana en Bogotá, y la historia detrás del término “fama” es un recordatorio de cómo las costumbres y el lenguaje evolucionan con el tiempo.