Colombia es uno de los países más cerveceros, pues la cerveza se ha convertido en parte fundamental de la cultura del país. De hecho, los colombianos han sido testigos de todas las marcas de cervezas que hay en el mercado y también de aquellas que han ido desapareciendo con el pasar de los años.
Entre las marcas más emblemáticas, que acompañaron a los colombianos durante la década de los 2000, se encuentran cervezas como: Leona, Brava, Clausen, La Pola, Costeña y más. Sin embargo, ninguna de estas se encuentra actualmente en el mercado y solo permanecen en el recuerdo de quienes la alcanzaron a probar.
Entre estas cervezas había una en especial que era considerada como la favorita de la época, pues su alto grado de alcohol y bajo precio la hacía la ‘pola’ perfecta para disfrutar en cualquier momento.
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A lo largo de los años, los colombianos han visto nacer y desaparecer un sinfín de marcas de cerveza. Entre ellas, una que sin duda dejó huella en el corazón de los colombianos fue la emblemática cerveza Brava.
Conocida por su alto grado de alcohol (6.5%) y su característico sabor intenso, Brava se convirtió en una de las cervezas más populares del país durante la década de los 90s y principios del 2000. Su precio de 1.100 pesos la hacía accesible a un amplio público, convirtiéndola en la compañera ideal de reuniones, fiestas y celebraciones.
Más allá de su alto contenido alcohólico, Brava se diferenciaba por su sabor único y distintivo. Algunos la describían como una cerveza amarga y fuerte, mientras que otros apreciaban sus toques dulces y maltosos.
Sin embargo, Brava dejó de producirse en el 2004, dejando un vacío en el mercado cervecero colombiano y en los recuerdos de quienes la disfrutaron. Su desaparición se debió a estrategias de mercado de la compañía cervecera Bavaria, propietaria de la marca en ese entonces.
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