The Crue debutó en 1981 con el ‘Too fast for love’, que es la mezcla perfecta entre el punk y el Hard Rock, gran definición, que en realidad no es mía, no recuerdo dónde lo leí, pero me parece la descripción perfecta de ese disco. Luego vino el ‘Shout at the devil’, en 1983, ahí sí estamos tocando fibras, hablando de palabras mayores, ese sí es, para mí, su mejor disco.
En el ‘Shout at the devil’ despliegan una furia que sorprende y atrapa, claro, a aquellos que amábamos todo lo hard y heavy que nos entregaba el universo en ese 1983, que además era mucho. Estos sonidos duros estaban llegando a dos manos, y de diferentes lugares del planeta, desde Inglaterra, Iron Maiden, Def Leppard, Judas Priest, desde Alemania, ya Scorpions era una banda muy veterana en ese año, desde Canadá, Loverboy, April wine, Helix y Anvil, y Estados unidos aportaba bandas como Ratt, Twisted Sister, Van Halen, Kix, Metallica y Quiet riot, que merece capítulo aparte porque fue la banda que abrió las puertas para que todos esto sonidos duros se volvieran mainstream y comenzaran a sonar en la radio y meterse a listas.
Pero, cuando todo era perfecto, nos salen con el ‘Theatre of Pain’, de 1985, que el mismo Vince Neil calificó como un álbum basura, me parece que exagera y mucho, además de que antes de la grabación del disco, el 8 de diciembre de 1984, Neil tuvo un accidente mientras conducía en estado de embriaguez con Nicholas ‘Razzle’ Dingley, baterista de la banda Hanoi Rocks, quien murió en el accidente.
El asunto con ese disco es que así como nos sorprendieron con el ‘Shout at the devil’, lo mismo, pero diferente, ocurrió con el ‘Theatre of pain’, es decir, esperábamos algo similar o mejor a lo hecho en el Shout, y, no.
Increíblemente le bajaron a la distorsión de las guitarras, al sonido de la batería, cambiaron la temática de las letras y mejor ni hablemos del look de ese disco.
Pero no todo es malo, tiene buenas canciones ese álbum, muchos dicen que solo ‘Home sweet home’ paga el disco, pero hay otras dos que valen la pena, al final del escrito recomendaré algunas canciones de todos los trabajos mencionados.
En el siguiente, ‘Girls, girls, girls’ recuperan el sonido de guitarras y batería del ‘Shout at the devil’, la temática de las letras cambia sin dejar de ser divertida, tocan temas difíciles como el de la canción ‘You´re all I need’, que es de mis favoritas, no solo del álbum, sino de la carrera de Mötley Crüe.
Este disco tiene su propia tragedia, en la gira del álbum Nikki Sixx murió clínicamente por más de doce minutos por una sobredosis de heroína, su corazón se detuvo y los paramédicos tuvieron que aplicarle dos inyecciones de adrenalina en el corazón.
Estos dos discos, me parece a mí, son los más flojos del Mötley Crüe de los 80´s.
Es aquí donde llega el ‘Dr. Feelgood’, antes de la construcción del disco, todos acceden a entrar a rehabilitación y cuando terminan ese proceso de desintoxicación se meten al estudio con el productor canadiense Bob Rock. Primer álbum que graban en sano juicio y esto daría sus frutos, frescos, creativos y con los cinco sentidos en su mejor forma.
El tema es que yo siento que es un álbum prefabricado, que no tiene la frescura y honestidad de todos los anteriores, incluidos los dos más flojos, y que a pesar de ser Hard Rock, no tiene la furia de sus primeros discos. Siento como si se hubieran puesto de acuerdo con Bob Rock para construir un álbum hecho para todos, es decir, que tuviera muchos sencillos para sonar en la radio y que los oídos no entrenados en el mundo del Hard Rock pudieran disfrutarlo también, pero bueno, esa es solo mi opinión.
Dato extra: este fue el disco que escuchó Lars Ulrich para tomar la decisión de contratar a Bob Rock para que fuera el productor del álbum negro de Metallica.
Canciones recomendadas de los discos mencionados.
‘Too fast for love’, 1981:
‘Shout at the devil’, 1983:
‘Theatre of pain’, 1985
‘Girls, girls, girls’, 1987
‘Dr. Feelgood’, 1989
Por: Juan Kiss