Ramón Gustavo Castillo Gaete, más conocido como Antares de la Luz, fue uno de los hombres más buscados en la durante el 2013 en Chile. Un músico de género andino se convirtió en el líder de la “Secta de Colliguay”, ubicada en la región de Valparaíso.
La producción cuenta con testimonios de familiares del criminal, periodistas y material de archivo del poder judicial, además de entrevistas a investigadores de la fiscalía y médicos psiquiatras.
“Consideramos que, después de una década de ocurridos los hechos, podríamos encontrar una perspectiva nueva. A la vez que relatos más maduros, más reflexivos. El elemento clave que nos llamó la atención fue la increíble capacidad de una persona, en este caso Antares, de manipular de forma tan macabra y efectiva. Desde esa perspectiva nos fuimos introduciendo en el mundo del ‘control mental destructivo’ y su tremendo poder», asegura Santiago Correa, director de la cinta.
A finales del 2009, Antares de la Luz reunió a un grupo de seguidores, cinco mujeres y un hombre, que se asentaron en Colliguay. Bajo su guía, comenzaron a realizar diferentes rituales, como el sacrificio de animales y el consumo de ayahuasca, una planta alucinógena.
De esta manera, Antares los aisló de su familia y entorno social. A causa de esta vulnerabilidad, comenzó a adoctrinarlos, indicándoles cuántas horas debían dormir, qué alimentos podían comer, si podían o no tener relaciones sexuales, y ordenándole a las mujeres atenderlo sexualmente. También, los convenció de que el 21 de diciembre del 2012 sería el fin del mundo.
En el 2012, Natalia Guerra, una de sus seguidoras más fieles, quedó embarazada. La mujer fue obligada a vivir en una cabaña en Los Andes, alejada del mundo, ya que el líder de la secta aseguraba que el feto era el anticristo, lo cual ponía en peligro al grupo.
A los tres días del nacimiento del bebé, Antares le ordenó a sus seguidores quemar vivo al bebé dentro de un hoyo realizado cerca al lugar donde vivían. Finalmente, al comprobar que el mundo no se destruyó en 2012, varios integrantes de la secta comenzaron a dudar y decidieron escapar, entre ellos Pablo Undurraga y su novia, quienes respondían económicamente por el grupo.
En 2013, la Policía de Investigaciones de Chile recibió una denuncia sobre lo sucedido con el bebé, por lo que iniciaron una investigación, y en abril del mismo año, los medios de comunicación conocieron lo sucedido y ampliaron la información. Gracias a esto, los miembros de la secta decidieron entregarse y permanecieron en prisión preventiva. Pablo Undurraga y Natalia Guerra, mamá del bebé, fueron los únicos condenados, recibiendo cinco años de cárcel.
Mientras tanto, Antares se fugó a Perú. La policía local inició una búsqueda exhaustiva y finalmente encontraron su cuerpo en una casa abandonada en Cusco. El hombre decidió terminar con su vida.
El documental, de una hora y cuarenta minutos de duración, se encuentra disponible en Netflix, la conocida plataforma de streaming. Se estrenó el 25 de abril del 2024.
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