Hoy en Radioacktiva
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Los Black Pumas lograron saldar una deuda con Colombia mediante el rock-soul, obligando a todo el Royal Center a bailar y a disfrutar de un gran show. La banda dejó claro por qué ha sido una de las agrupaciones que más ha crecido en los últimos años.
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“¡¡Qué hijuepu7@ calor!!”, gritó extasiado, uno de los asistentes al concierto de los Black Pumas en Bogotá, mientras la banda interpretó algunos de sus éxitos como ‘Colors’, el cover de ‘Fast Car’ y ‘Ice Cream (Pay Phone).
Al terminar el concierto siempre nacen buenas preguntas como las siguientes: ¿Estaba dictado el éxito del concierto? ¿Serán los Black Pumas capaces de llenar un espacio más grande en Bogotá?
Probablemente fue la temperatura del recito combinada con la buena actitud del público. pues, a pesar de ser un lunes en Bogotá, logró que se creara un ecosistema pleno para vivir un concierto excelente. También pudo ser la lanzada al público por parte de Eric Burton siendo eso el mejor Ice breaker que pudo tener la noche.
Además, probablemente para muchos, se trata de una primera cita con esos sonidos de soul y R&B que, siendo realistas, en este lado del continente no estamos acostumbrados a escuchar.
Para responder la primera pregunta que nació en este editorial, Julio César Escobar, director de Radioacktiva, hizo una apreciación de lo que dejó este show de Black Pumas.
La dupla de los Black Pumas es conformada por Adrian Quesada y Eric Burton, pero en tarima son un ensamble que es conformado por seis músicos más entre batería, percusión, bajo, coristas y todos los instrumentos necesarios para la reproducción fidedigna del sonido de la banda. Esto logra llevar a la tarima ese mismo espíritu de amor, solidaridad, esperanza y tolerancia que los dio a conocer con el primer sencillo de su carrera ‘Colors’.
Pasaron cuatro años del galardonado debut homónimo de los Black Pumas, mucho tiempo al ritmo de la industria de la música hoy en día, sin embargo, la banda no ajena a ese impacto mediático inmediato que lograron con el debut, y el afán de sacar un nuevo disco, decidió tomarse su tiempo y desarrollar un álbum con la esencia de la banda, pero expandiendo su sonido un poco, sin perder el rock soul. Incluso, también el gospel que los caracteriza, y que Burton desarrolló durante un tiempo previo a la existencia de la banda trabajando en una iglesia.
Parece increíble como desde 1959 con Ray Charles y su ‘What’d I say Pt I & II’ los norteamericanos siguen alimentando su música de dichos elementos y trayéndolos a una década nueva tras otra.
En este contexto, los Black Pumas volvieron a Colombia conscientes que la última vez que visitaron nuestro país tuvieron la dura tarea de darle al público la noticia de la muerte de Taylor Hawkins, baterista de los Foo Fighters, quienes se iban a presentar esa misma noche en el Festival Estéreo Picnic ¿Cómo se saca adelante un show tras ese devastador momento? El show debe continuar y la música sana.
En tarima el ensamble de los Black Pumas es impecable, y desde ‘Fire’, la canción que abrió la presentación, la banda se aseguró de impactar al público con la voz de Eric Burton, quien le demostró al público capitalino su compromiso con la música, que es algo serio y se lleva en la sangre. También, que no importa cuántos haya presentes, van a asistir a un show envolvente de rock soul, y mucho amor, que es otro elemento clave en la música de los Black Pumas.
Para cerrar, hubo un gran detalle que debemos resaltarle a la banda y fue esa referencia u homenaje, como usted lo quiera tomar, a la cumbia colombiana en el cierre de ‘Colors’ algo inesperado en el show.
Sin duda alguna, deja una buena sensación y deja sentir lo importantes que son los fanáticos para la banda. Al final de cuentas, los gritos de los asistentes resumen perfectamente lo que fue Black Pumas en Bogotá, un calor puro e impredecible que se mantuvo durante todo el show y cobijó en una noche llena de rock soul.
Además, como gran conclusión, estamos seguros que los Black Pumas pueden llenar espacios más grandes en Bogotá con la virtud de su música.
Por: Julio César Escovar y Santiago Vásquez
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