En el mercado automotriz existe una gran variedad de carros que van desde los más clásicos hasta vehículos de lujo. En ambos casos, están los de transmisión manual o automática. Aunque la primera es la más usada y, en ocasiones, la preferida, la segunda brinda un nivel mayor de confort y facilidad a la hora de manejar.
Aunque los conductores más tradicionales prefieren la transmisión manual, dado que tienen un “mayor” control del vehículo, las nuevas generaciones han optado por comprar vehículos automáticos. Estos últimos tienen dos pedales y el conductor solo debe preocuparse por acelerar y frenar, según sea el caso.
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Pese a la tradición de la caja mecánica, en los últimos años, se ha visto una tendencia general a los carros automáticos. Esto se debe, principalmente, a la mayor comodidad que ofrecen dado que el conductor no debe preocuparse por realizar los cambios de forma manual.
Además del número de pedales y su funcionamiento, estos dos sistemas de transmisión se diferencian en la cantidad de combustible que consumen. Pues al funcionar de formas distintas, un tipo de transmisión suele consumir más gasolina que otro.
La transmisión manual y la automática funcionan de forma diferente. En la primera, el conductor controla manualmente los cambios del vehículo, utilizando el embrague, mientras que, en la segunda, el vehículo realiza automáticamente los cambios por un sistema hidráulico o electrónico controlado por una computadora.
Al operar diferente, la eficiencia del combustible suele cambiar tanto en los carros mecánicos como automáticos. Al respecto, se tiene la creencia popular de que los vehículos con transmisión manual tienden a consumir menos gasolina que los automáticos. Sin embargo, esto depende de muchos factores.
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En general, los carros automáticos sí tienden a consumir un poco más de gasolina que los manuales. Esto se debe principalmente a dos factores:
Sin embargo, la diferencia en el consumo de combustible entre un carro automático y uno manual se ha ido reduciendo con el paso de los años. Las transmisiones automáticas modernas son más eficientes que las de antes, y además, algunos modelos ofrecen la posibilidad de cambiar las marchas manualmente, lo que permite al conductor ahorrar combustible si lo desea.