En el corazón del histórico barrio La Candelaria, exactamente en la calle 10 y la carrera 4, se encuentra una joya de la tradición bogotana: la tienda más antigua de la ciudad. Fundada en 1819, este establecimiento conocido como ‘Geremya’z no solo ha permanecido intacta con el paso del tiempo, sino que también ha sido testigo de más de dos siglos de historia de Bogotá.
Geremyaz, que está ubicada a pocos metros del Museo Botero y del Museo de Arte Miguel Urrutia (MAMU), se convirtió en un símbolo de la resistencia y la evolución comercial de Bogotá. Su letrero, pintado sobre ladrillos marrones, destaca una variedad de productos tradicionales como cuca, polvorosas, cotudos, panochas, garullas, masato, almojábanas y veleños, entre otros.
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A lo largo de sus más de 200 años, la tienda ha tenido seis propietarios, cada uno aportando su granito de arena para preservar y adaptar el negocio a la actualidad. Pese a las adversidades, incluyendo la pandemia que afectó a muchos comercios, Geremyaz logró mantener su esencia y continuar operando desde su ubicación original en la calle de La Esperanza.
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La estructura del establecimiento sigue conservando sus puertas de madera y sus andamios, elementos propios del estilo colonial del siglo XVIII. Este aspecto histórico fue restaurado en 1905, lo que contribuyó a su apariencia atemporal.
Justo en la entrada hay un antiguo letreo que revela su fundación, la cual data de 1819. Este cartel, con una tipografía clásica y detalles en colores desgastados por el tiempo, se ha convertido en una parte icónica de la tienda.
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La tienda, aunque frecuentada por muchos, sigue siendo desconocida para muchos de los habitantes de la capital colombiana. Algunos transeúntes, han pasado por enfrente de la puerta sin percatarse de la importancia que tiene este local para la historia de Bogotá.
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