A pesar de las crecientes campañas y noticias sobre los riesgos que trae tener malas contraseñas, un alto porcentaje de usuarios sigue cometiendo errores básicos que facilitan el acceso no autorizado a sus cuentas en línea. Tenga en cuenta lo que NO debe de hacer para evitar que le roben las cuentas personales.
Muchos de nosotros caemos en las mismas trampas al crear nuestras contraseñas. En este artículo, te diremos cuáles son los errores más comunes y cómo evitarlos para que puedas navegar por internet con total tranquilidad.
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1. Información personal y fácil
Revisando diferentes expertos en temas de tecnología, al crear una contraseña, el primer error es utilizar información fácilmente asociable a la persona. Esto incluye nombres propios (incluyendo mascotas), fechas de nacimiento, direcciones, números de teléfono, lugares de trabajo o estudio, o cualquier otra palabra o secuencia de números que pueda ser deducida a partir de la vida personal del usuario.
2. Contraseñas cortas
Asimismo, deben evitarse contraseñas cortas o simples, como secuencias de números consecutivos (123456), palabras del diccionario, o combinaciones obvias de letras y números (como «contraseña123») o los nombres de sus padres unidos. Estas contraseñas son mucho más fáciles de adivinar para los hackers utilizando técnicas de fuerza bruta o diccionarios.
3. Reutilizar contraseñas
Un error recurrente es la reutilización de contraseñas, una práctica que expone a los usuarios a riesgos significativos. Según una encuesta de Google de 2019, más de la mitad de los usuarios reutilizan sus contraseñas en múltiples cuentas, lo que facilita a los ciberdelincuentes el acceso no autorizado a sus datos personales.
Aunque actualizar una contraseña cambiando una letra por un número o utilizando mayúsculas y minúsculas puede parecer una medida de seguridad, no es suficiente para protegerse.
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4. Almacenarlas en texto plano
Almacenar contraseñas en texto plano, ya sea en papel, notas adhesivas o en archivos digitales, es una práctica extremadamente arriesgada. Anotar las contraseñas en papel las expone al riesgo de que sean encontradas por personas no autorizadas, mientras que guardarlas en dispositivos digitales las vuelve vulnerables a ataques cibernéticos.
Los expertos explican que los dispositivos pueden ser infectados por malware, robados o hackeados, lo que permitiría a los atacantes acceder fácilmente a todas las contraseñas almacenadas.
Desde Google, dan diversos consejos para crear las contraseñas más seguras, el principal es hacer uso de los generadores que se encuentran en Internet, pero fíjese que permita lo siguiente:
Un ejemplo de contraseña puede ser: 9r;>).k7s5*L(’47, sin embargo, su recordación no es sencilla y puede optar por usar una frase que sea significativa para usted. Por ejemplo: «Mi gato se llama Luna y nació en 2019». No quiere decir que la va a escribir así, lo ideal es utilizar la primera letra y números de cada palabra.
Quedaría así: mgsllyne2.
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