Tras su salida del PSG, el futbolista argentino se encuentra tomando unas merecidas vacaciones junto a esposa Antonela Roccuzzo y sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro, en la ciudad de Funes, Argentina.
Según se conoció, el astro y su familia se instalaron en el barrio privado Kentucky, donde ha aprovechado para compartir con los suyos y por qué no, darse uno que otro gustico comiendo lo que más le gusta, churros.
Su gusto por los churros quedó en evidencia luego de que se hiciera viral la historia de un domiciliario que, sin imaginarlo, terminó entregando un pedido en la casa del capitán del seleccionado argentino.
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El joven domiciliario es Juan Pablo, quien por medio de redes sociales reveló su emoción al conocer a su futbolista favorito, a quien le entregó tres docenas de churros rellenos.
Allí el hombre inició contando que en un principio no quería ir a entregar el domicilio, pues no aparecía quien era el destinatario. No obstante decidió hacerlo y al llegar a la dirección se sorprendió al ver en el lugar mucha seguridad, pues estaba lleno de policías. Fue al tocar la puerta que descubrió que su cliente era el astro argentino.
“Recién llevo un pedido a Kentucky y adivina la casa de quién fue… era la casa de Messi. Me atendió Antonela, todo, estoy muy emocionado”, se le escucha decir al joven.
Con su voz entre cortada, el joven le contó a su progenitora que lamentablemente no pudo sacar su celular para tomarse una foto con el 10 argentino, pues la seguridad del lugar no se lo permitían y aunque fue Antonela quien le abrió la puerta pudo ver al futbolista y tras saludarlo, este también le correspondió, por lo que de inmediato lloró de la emoción.
“No me pude sacar foto porque no me permitían sacar el celular, había un montón de policía, todo y yo no, no pensé que era la casa de él. Me atendió uno de los nenes con su esposa y uno de los amigos. Vi a Messi así a lo lejos y lo saludé, me levantó la voz y yo ahí ya me largué a llorar de la emoción”, relató.