Al respecto, los narcotraficantes se han ideado cientos de estrategias para guardar la droga en lugares recónditos y no ser detectados por las autoridades de migración o de seguridad en los aeropuertos internacionales.
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En esta oportunidad, se conoció el caso de un pasajero que intentó transportar ocho kilos de cocaína en las llantas de su propia silla de ruedas; pese al lugar en el que fue escondido el narcótico, fue descubierto por las autoridades.
Los 8 kilos de cocaína, que estaban ocultos en la silla de ruedas, fueron incautados por la Guardia de Finanza italiana a un pasajero estadounidense que llegó al aeropuerto de Malpensa, en Milán, en un vuelo procedente de La Romana, Santo Domingo.
Según revelaron las autoridades, el pasajero se presentó en la puerta de llegadas del aeropuerto en una silla de ruedas y con un aparato ortopédico en la pierna derecha, sin embargo, fue detenido cuando un perro antidroga detectó la sustancia.
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Pese a la evidente discapacidad del pasajero, las autoridades procedieron a realizar el control minucioso de la persona y de su equipaje, además de la silla de ruedas en la que se estaba transportando.
Tras la búsqueda exhaustiva, la policía halló un peso anormal en las llantas de la silla de ruedas, por lo que procedió a revisarlas; al abrirlas se percataron de que en su interior tenía 43 sobres que contenían, en su totalidad, 8.4 kilos de cocaína pura.
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