Recibir llamadas de soporte para muchas personas resultan estresantes y, al parecer, para los mismos trabajadores también puede ser un a tarea difícil. Un caso de un trabajador se volvió tendencia, pues se llamaba para no tener que atender clientes.
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Un caso de una persona que trabajaba en los servicios de soporte técnico de una empresa informativa se volvió tendencia. Esto ocurrió a finales del 2020, pero hasta este 2023 logró tener un veredicto.
En el 2020, el trabajador recibió una carta en la que lo notificaban de su despido disciplinario porque tenía comportamientos con “estrategias fraudulentas”. Dentro de los documentos, mostraron que la persona hizo más de 150 llamadas a su propio número y que así no le ingresaran solicitudes de los clientes.
La estrategia del hombre era ocupar la línea telefónica para que los otros trabajadores tuvieran que contestar las llamadas. Además, aseguraron que fue un hecho que se repitió en muchas ocasiones.
“Esta actitud no ha sido un hecho puntual, sino que lleva repitiéndose continuamente mes tras mes, y con distintos intervalos de duración de esas llamadas, por lo que ha manifestado con ello, fraude, deslealtad y abuso de confianza en las gestiones encomendadas”, dice el documento.
Aseguraron que se estaba atentando contra los objetivos de la empresa, que son prestar un servicio a los clientes.
El trabajador demandó, pero el Juzgado Social N 4 DE Santa Cruz de Tenerife estableció que el comportamiento del empleado es “fraudulento y desleal” y que perjudicaba a sus compañeros.
