Este es el verdadero origen de los muñecos de ‘Año Viejo’; no es una tradición colombiana
Cada fin de año, los colombianos crean toda clase de muñecos de trapo para quemarlos el 31 de diciembre.
En diferentes países, especialmente en Colombia, el ritual de quemar el ‘Año Viejo’ se ha convertido en una de las prácticas más comunes realizadas durante la temporada de fin de año en el país.
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La tradición de quemar el ‘Año viejo’ consiste en crear un muñeco de trapo, con ropa vieja, periódico, tela, aserrín y toda clase de materiales, y luego encenderlo en fuego justo a las 11:59 pm del 31 de diciembre. Esto, como símbolo de decirle adiós al año que termina y de recibir el nuevo año con la mejor energía.
Los muñecos de ‘Año Viejo’ se han convertido en el alma de las fiestas decembrinas, pues durante estas celebraciones, especialmente la de fin de año, las personas esperan con ansias que llegue la media noche para quemar el muñeco y decirle “adiós” al año que acaba de terminar.
¿Cuál es el origen de los muñecos de ‘Año viejo’?
Aunque con los años, esta tradición de quemar el ‘Año viejo’ ha ido disminuyendo, especialmente por el tema del uso de pirotecnia al interior de los muñecos, aún en la actualidad, muchas personas siguen realizando dicho ritual.
La tradición de quemar el ‘Año Viejo’ en Colombia no es originaria del país. Esta práctica se ha expandido por diferentes culturas y se cree que proviene originalmente de Europa y Ecuador y se ha arraigado en Latinoamérica. Sin embargo, en Colombia, la quema del ‘Año Viejo’ ha ganado popularidad como parte de las celebraciones de fin de año.
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Según Odi González, profesor de estudios latinoamericanos y andinos de la universidad de Nueva York, la tradición del ‘Año Viejo’ inició en Ecuador como resultado del mestizaje, en el cual hay detalles propios de la cultura de indígenas y españoles.
¿Por qué se celebra el Día de las Velitas?
El origen de esta festividad se remonta a una tradición católica en honor a la Virgen María. Según la historia, la celebración comenzó en la ciudad de Quimbaya, en el departamento de Quindío, donde los habitantes encendían velas para conmemorar la festividad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María el 8 de diciembre. Con el paso del tiempo, esta costumbre se extendió por todo el país y se adelantó un día para el 7 de diciembre.
Con el tiempo, esta costumbre se extendió a lo largo y ancho del país, convirtiéndose en una festividad popular en la que los colombianos encienden velas, faroles y luces en sus casas. Además de su origen religioso, el Día de las Velitas se ha convertido en una ocasión para reunirse en familia, compartir, disfrutar de comidas típicas y dar inicio a las festividades navideñas con alegría y esperanza.
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