Esta es la razón de la pelea entre Charly García y Andrés Calamaro
La amistad entre estos dos artistas terminó y hubo muchas declaraciones para los medios que dejaron ver su mala relación.
La historia de la pelea entre Charly García y Andrés Calamaro tiene mucha tela de dónde cortar. Los artistas pasaron de ser amigos a enemigos por el amor de Mónica García, quien era la esposa de Calamaro.
Los dos artistas utilizaron como excusa a Mónica para tener una fuerte pelea pública. Todo porque Charly se habría metido en la relación que tenía Calamaro con su esposa y a partir de allí inició el rifirrafe.
La relación de Mónica y Andrés
La forma en que inició la relación entre Mónica y Andrés fue bastante misteriosa, no se sabe cómo se conocieron, pero se casaron en secreto en 1992, en España. La mujer se convirtió en la manager del artista e inclusive, él tiene tatuado su nombre en el antebrazo.
Sin embargo, la pareja se inició a distancias y ahí es cuando entre Charly García a la historia. Mónica y él iniciaron a trabajar juntos y los rumores de romance hicieron que el argentino se molestara.
Según se dice, la personalidad de Charly encantó a Mónica y desde ese momento iniciaron las discordias entre los cantantes.
La pelea
Las peleas que tuvieron Calamaro y Mónica casi nunca fueron de frente, por el contrario, se enviaban mensajes a través de los medios. Una de las más recordadas fue cuando Charly habló sobre lo que quería con la esposa de Calamaro.
“Donde juegan los grandes no juegan los chicos”, dijo Charly. Ante esto, Calamaro se defendió diciendo que “ese tipo estaba enfermo. Necesita médicos, enfermeras; destruye todo lo que toca”.
Desde ese momento, siguieron los comentarios, pero nunca se lo decían cara a cara, hasta que Calamaro llegó a la casa de Charly y quería pegarle con un bate.
La pelea terminó después de que Calamaro hablara sobre el hecho y dijo que iba a practicar paz y tolerancia.
“No sé cuándo empezó la pelea dialéctica; sí te puedo decir cuándo terminó. Lo que quiero es no hablar con la gente, ni con Charly, ni que él me llame. Yo tengo dientes, pero también tengo lengua… Como el vigor no mengua… Tengo que dejar de usarla en público porque quiero evitar el brainstorming. A partir de ahora voy a practicar la paz y la tolerancia. El que va a quedar peor parado es el que más hable”, dijo.
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