Un insólito hecho sucedió Estados Unidos, luego de que una madre demandara a su propio hijo, acusándolo de fraude. La mujer asegura que él reclamó un premio de lotería que ganó y se quedó con el dinero.
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En el 2012, Etta May Urquhart inició una demanda en contra de su hijo Ronnie Orender, quien se habría quedado con el dinero que ella ganó en jugando la lotería. La mujer asegura que él simplemente tenía derecho a reclamar el premio, pero se lo quedó.
La mujer acusa a su hijo de cometer fraude y abusar financieramente de ancianos. Según contó, en mayo del 2011, fue a una gasolinera en Los Ángeles como normalmente lo hacía y compró billetes de lotería.
Etta dice que desde que obtuvo el dinero de su jubilación, lo utilizó para comprar dos boletos semanales. Por eso, cuando estaba revisando uno de ellos, junto a su esposo, se dio cuenta que había ganado y fue a reunirse con las personas encargadas de la lotería.
La mujer llegó al lugar, pero luego de que le confirmaran la noticia quedó bastante abrumada y no dejaba de temblar. Por eso, le pidió a su hijo que firmara el documento a su nombre, pero él le tendió una trampa.
Su hijo habría firmado el documento a su nombre no el de su madre y luego argumentó que él le había dado la plata para comprar la boleta por lo que se quedó con el premio. Ante esto, la mujer aseguró que, por el contrario, su hijo en vez de alentarla siempre le decía que estaba perdiendo plata.
“Ronnie Orender no apoyó mis compras semanales de boletos de lotería. Me desalentó de jugar y me dijo que era una pérdida de mi dinero”, comentó la mujer.
El hijo de la mujer recibió 32.3 millones de dólares, luego de todas las rebajas por los impuestos y dijo que le dieran el dinero en rendimientos mensuales. Inclusive, según dijeron, gastó 2.3 millones de dólares en cuatro casas y 10 automóviles.
No se sabe bien a qué acuerdo llegaron, pues hicieron un arreglo confidencial y no se conoce la cifra que consiguió la mujer luego de la demanda.