De acuerdo con lo que la protagonista de esta historia contó al medio ‘CTV News Toronto’, ella y su esposo fueron informados vía correo por Amazon, que se les informaba que su pedido ya iba en camino a su domicilio, pero debido a que ellos no habían hecho ninguna compra, pensaron en principio que se trataba de una posible estafa.
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No obstante, unos cuantos días después la mujer se preocupó al ver que le había llegado su pedido y además, le habían debitado de su tarjeta de crédito $670 dólares canadienses, lo que en Colombia serían aproximadamente 1’946.589 pesos.
Al ver el cobro, inmediatamente se comunicó con Amazon para pedir la devolución del dinero y para regresar los preservativos. No obstante, y para sorpresa de Joelle, la empresa le informó que debido a que se trataban de unos productos catalogados como ‘artículos personales’, no podían recibírselos.
“Claramente, no ordenamos este paquete y es mucho dinero”, fue la razón que le dio Joelle a la empresa de envíos y almacenamiento más grande del mundo.
Luego de hacer su denuncia pública, Amazon le informó a la mujer que entraría a investigar lo que había sucedido para poder esclarecer la situación. Además, le informó que le haría la devolución del dinero y que podía conservar los condones.
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Tras una exhaustiva indagación, la empresa descubrió y pudo concluir que el proveedor enviaba paquetes a direcciones aleatorias para poder retirar la mercancía no vendida de los centros logísticos de la empresa para posteriormente cobrar esos pedidos, los cuales no habían sido ordenados por los clientes.
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