Aunque no es el primer caso en el mundo que se conoce esta anomalía, los mexicanos no han podido evitar sorprenderse ante este increíble suceso.
La historia se conoció a través de Journal of Pediatric Surgery Case Reports, quienes aseguraron que los padres de la pequeña no presentaban ninguna anomalía, incluso, su hijo mayor se encontraba en perfecto estado.
De acuerdo con el reporte que realizaron los médicos dirigidos por el doctor Josué Rueda, la bebé no tuvo complicaciones dentro del vientre de su madre y durante las ecografías no se le vio nada “fuera de lo común”.
En el reporte realizado por los médicos y publicado por dicho portal, se puede leer que el embarazo ocurrió de manera natural, fue por cesárea en un hospital rural, además, aseguraron que la madre nunca estuvo expuesta a radiación o teratógenos, lo únicos capaces de provocar defectos congénitos.
Pese a la “cola” que tenia la pequeña, todos sus chequeos médicos salieron de maravilla por lo que decidieron darle de alta y seguir su caso de manera ambulatoria.
Dos meses después los médicos observaron que la “cola” de la pequeña había crecido, por lo que su determinación fue extirpar esa extremidad de carne y nervios.
La cirugía fue todo un éxito y la zona en la que fue extirpada la “cola”, fue reconstruida por plastia de Limberg.