Es común que, por la rutina, el estrés laboral y el poco tiempo libre, las parejas pierdan el deseo sexual. Si nota que su ser amado ya no demuestra el mismo interés por compartir la cama con usted, puede que experimente baja libido asociado a factores emocionales o de salud. Pero no todo está perdido, en la mayoría de los casos un cambio en la rutina y la percepción puede ser la solución que necesite. Aquí, cinco consejos a tener en cuenta:
La comunicación efectiva en la pareja puede ser la solución para incentivar los sentidos. Por ejemplo, conversar sobre las fantasías sexuales puede hacer del momento íntimo una experiencia fuera de la rutina y fortalecer el vínculo de confianza. Experimentar con juegos de roles, disfraces, juguetes, ayudan a hacer de las fantasías una realidad.
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El acto sexual no solo se limita al coito, puede intentar llevar su juego previo a un nuevo nivel con técnicas de sexo oral. En la actualidad existen lubricantes con sabores naturales, puede elegir entre kiwi, coco, fresa y otros, dependiendo de sus preferencias personales o si quiere experimentar la sensación de frío o calor.
Las preocupaciones del día a día como el trabajo, los hijos y responsabilidades, pueden ayudar a disminuir el deseo. Intente practicar algún tipo de actividad que relaje su mente y disminuya el estrés, el yoga o la meditación consciente pueden ayudar. Los masajes son una buena terapia para eliminar la tensión que puede realizar con su pareja.
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Aprópiese del papel
Especialistas aseguran que la depresión, ansiedad, así como otros trastornos que pueden estar relacionados con la autoestima, tienen un impacto en el desempeño sexual. Una opinión amable sobre sí mismo puede influir en cómo quiere que su pareja le visualice.
Si cree que la pérdida de deseo puede estar relacionada con su organismo a nivel físico o emocional, consulte con un experto. Su médico de cabecera o un sexólogo podría arrojar una mayor comprensión sobre lo que sucede.
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