Después de casi tres años y cambios de fechas, la noche más esperada por fanáticos del rock llegó: la despedida de KISS en Colombia. Una vez se bajó el telón y empezó la pirotecnia, Paul Stanley tomó el micrófono y dejó claro lo que venía: «Bogotá, esta noche es la última de nuestro tour por América del Sur. Esta noche, Bogotá, tienen que ser el número 1… no hablo español muy bien pero comprendo tus sentimientos»
Después de ese gran intro y bajar literalmente del techo, arrancó el concierto de más de dos horas de rock y mucho fuego. Todo un viaje musical entre éxitos como Detroit Rock City, Psycho Circus, Lick It Up, God of Thunder; himnos de más de 40 años de historia musical.
Uno de los mejores momentos de la noche lo protagonizó Paul Stanley, cuando se paró enfrente del escenario y le pidió al público que gritaran su nombre. Los más de 15 mil asistentes gritaron «Paul», pero no le bastó con escuchar, se montó en una polea para pasar por encima de todos y cantar más cerca de los fanáticos.
Estando allí, Paul cantó una las canciones que más retumbará en la memoria del KISS Army: I Was Made for Lovin’ You. Luego regresaría en la misma polea al escenario para reunirse con sus compañeros y cerrar un concierto que estuvo más caliente que el infierno.
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