El libro de Londoño es la vida de JUANES, “una vida en caleidoscopio, en tornasol, con tonos magenta, azul celeste, amarillo, gris, negro y blanco, con oscuridades y luces, con silencios, soledades, exceso de guitarras y gente gritando a todo volumen, pero también una vida sencilla, de abrazos y besos en las mañanas, domingos de pereza, viernes de fiesta, almuerzos familiares, dolores compartidos y sueños a merced del tiempo. Una vida simple, común y corriente, que se viste de gala, de frac, charol y colonia especial cada que las luces se encienden”.
Mire También:
Gustavo Cordera presenta ‘Mente’, la segunda etapa de su álbum ‘Libres’
Arde Bogotá presenta su álbum debut ‘La Noche’
Además de mostrar la vida personal de Juanes, Londoño plasma la obsesión, juicio y disciplina, las noches de poco sueño, las giras interminables, los aviones de acá para allá, la presión, las fotografías, los comentarios y las críticas que han hecho parte de la carrera artística de uno de los músicos más representativos de Colombia.
Juanes ha vivido 50 agostos desde el año 1972, más de 18.000 días, con minutos, segundos, amaneceres, caídas de sol, tristezas, muchas alegrías y canciones compuestas, coreadas, lloradas, y hasta fallidas.
El libro se publicará en Colombia este 9 de agosto; en México el 1 de septiembre; en Estados Unidos el 13 de septiembre y en Ecuador el 31 de agosto.
«El miércoles 9 de agosto de 1972 fue un día especial. Mis padres lo vivieron con ansiedad y con la misma ilusión del recuerdo de sus anteriores partos. No eran primíparos en eso de tener hijos y sabían muy bien lo que significaban la espera, las contracciones, pujar, respirar, epidural, pitocin, el dolor, querer que llegue ya, ese apretón de manos en medio del sudor en la frente, “aguanta, aguanta, ya viene”, y luego, escuchar ese llanto satisfactorio y refrescante que llega como un premio de montaña en plena carrera ciclística, ese preciado premio, envuelto en una manta, con los ojos aún cerrados, con 10 libras de peso y un corazón de frijol latiendo a toda velocidad era yo. Tantos lunes y jueves, tantos marzos y abriles, pero fue un miércoles de agosto a las tres de la mañana en la Clínica del Rosario, en el centro de Medellín, que vio nacer al sexto hijo de esa familia. Mi familia. 1.577.836.800 segundos han tenido que pasar para estar escribiendo estas palabras sentado en una silla de otro aeropuerto de otra ciudad que no es la mía. 1.577.836.800 segundos que son en realidad cincuenta años, es decir, casi la mitad de una vida como se diría coloquialmente, solo que en este caso se trata de la mía propia. Una vida recorrida por caminos de piedras, autopistas, aire y nubes llenos de costales de alegría, tristeza, rabia, amargura, triunfos y derrotas, pero sobre todo de aprendizajes que han sabido a su manera formar mi carácter.» – JUANES