Este fin de semana se conoció que Enrique Bunbury, quien se encontraba en su gira de despedida, tuvo que terminar anticipadamente el tour debido a los problemas de salud.
“Desgraciadamente, hoy, en Chicago, a un día de la celebración del show en Rosemont, tenemos que anunciar que no vamos a poder continuar con la gira. Mis problemas con la garganta y la respiración se acrecentaron y volvieron anoche con agudeza y, lo que pensaba iba a estar controlado, está totalmente fuera de mis manos y deseo”, expresó el músico de Héroes del Silencio.
No es la primera vez que, al igual que Bunbury, músicos se han tenido que retirar de la música por problemas de salud. En el 2011, Phil Collins anunció que se retiraba de los escenarios. Collins sufría de varios daños en los nervios que fueron causados tras dislocarse una vértebra en el 2007, además de diagnosticarle diabetes. A pesar de anunciar su retiro, solo se despidió de los escenarios con una gira que terminó recientemente.
Otro caso muy conocido es el de Jorge González, líder de Los Prisioneros. El músico sufrió en el 2015 un infarto isquémico cerebeloso que le dejó secuelas en su salud. Su retiro de los escenarios se hizo oficial en el 2017.
Brian Johnson, vocalista de AC/DC, se retiró temporalmente en el 2016 cuando estaba en la gira ‘Rock or Bust World Tour’. Johnson estaba a punto de perder la audición por dejar a un lado los tapones de los oídos durante toda su trayectoria. Sin embargo, en el 2020 volvería para la grabación de Power Up.
Eric Clapton anunció en el 2016 que se retiraba de la música por una enfermedad llamada ‘neuropatía periférica’. En aquel entonces aseguró en una entrevista con Classic Rock que sentía «como si tuviera descargas eléctricas». Sin embargo, después volvería a los escenarios aunque actualmente se vio obligado a suspender sus shows tras dar positivo en COVID-19.
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