Sarco, así se llama la máquina de suicidio asistido sin dolor o sufrimiento creada por la organización Exit Internacional, la cual se encuentra en etapa de revisión legal para usarse desde el 2022.
La máquina, en forma de cápsula, funciona activando un botón. Luego de responder unas preguntas, se empieza a liberar nitrógeno que reduce el nivel de oxígeno al 1% en solo 30 segundos.
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La muerte se produce por hipoxia e hipocapnia, es decir, falta de oxígeno y de dióxido de carbono. La persona tan solo se sentirá desubicada.
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Philip Nitschke, fundador de Exit Internacional, quiere que las personas no tengan que pasar por una evaluación psiquiátrica.
“Nuestro objetivo es desarrollar un sistema de detección de inteligencia artificial que determine la capacidad mental de la persona, que hagan una prueba en línea y reciban un código para acceder al Sarco”, aseguró Nitschke.
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