En una entrevista con New York Post, Nikole señaló que siempre había soñado con ser stripper, pero el impedimento para cumplir sus sueños era su familia, quienes la adoctrinaron para creer que sus deseos eran pecado.
Por eso decidió ser pastora, aunque su familia tampoco creía que había nacido para ser líder. Fue hasta el 2016 cuando Nikole empezó a explorar su sexualidad y notó que no solo le gustaban los hombres.
En el 2017 dejó la religión y empezó a tener sesiones de fotos desnuda, todo esto le ayudó a sentirse liberada y encontrar su nueva vocación.