Una mujer en Filipinas se llevó una gran sorpresa cuando quería cortar un pedazo del supuesto pollo que había comprado para ofrecerle a su hijo.
A través de una publicación en Facebook demostró que el pollo no era lo que parecía, era un pedazo de toalla apanada y frita.
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La mujer calificó el hecho como «asqueroso y vergonzoso» ya que no se explicaba como llegó una toalla frita hasta allí.
Por otro lado, la cadena de restaurantes pidió disculpas y anunció que cerraría el local durante tres días para investigar los hechos.