Zou Yaqi, como es el nombre de la protagonista de esta historia, usó ropa que parecía ser cara, también joyas e imitaciones de accesorios.
De esta forma, la estudiante de 23 años pudo acceder a eventos exclusivos, dormir en sofás de recepciones de hoteles cinco estrellas.
Antes de realizar este experimento, la joven estudió bien su objetivo e hizo una lista de los lugares en los que no les cobrarían por comer o dormir.
Todo quedó grabado en un video que presentado en la Academia Central de Bellas Artes de Pekín. La mujer quería mostrar la brecha y la desigualdad entre ricos y pobres.
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