Según la revista People, fue el pasado viernes cuando el intérprete de ‘Sweet Dreams’ decidió hacerle frente a la orden de captura emitida en 2019, año en el que sucedieron los hechos por lo que lo acusaron de dos delitos menores de Clase A de agresión simple.
No obstante, el músico de 52 años, quien en realidad se llama Brian Hugh Warner, logró llegar a un acuerdo con el Departamento de Policía de Gilford en New Hampshire, por lo que durante el mismo día salió en libertad bajo fianza, con algunos compromisos como no cometer ningún delito y no tener contacto con la presunta víctima.
Anthony Burpee, jefe de policía de Gilford, declaró que el departamento había quedado «satisfecho con la decisión del señor Warner de finalmente abordar la orden de arresto que ha estado pendiente desde 2019″.
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