Isobel, Rachel y Andrew Jobson, los afectados, hablaron con la BBC sobre lo ocurrido y aseguraron que, pese a las quemaduras y la horrible experiencia, afortunadamente nada pasó a mayores y se encuentran todos bien.
Según relató la mayor de los tres, Rachel, todo comenzó cuando se dio cuenta que era un bonito sitio para sacarse una foto y conservar de alguna forma aquella salida.
La gente que estaba en el lugar se acercó rápidamente para auxiliar a los jóvenes en lo que llegaba una ambulancia. Una vez los atendieron en el Hospital St. George, los doctores manifestaron que seguramente el rayo fue atraído por una placa de titanio que tiene Isobel en uno de sus brazos.
Las dos hermanas resultaron con quemaduras y marcas en diferentes partes del cuerpo, mientras que el joven solo se sintió aturdido en el instante que cayó el rayo.
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