El pequeño Bulsara mostró su talento como boxeador, al mismo tiempo que dedicaba tiempo al arte demostrando su talento en el piano.
“Recuerdo una pelea de boxeo en la que Freddie realmente estaba siendo golpeado en el ring, y todos le decíamos que abandonara la pelea. Pero no. Freddie insistió en seguir luchando hasta el final, con sangre por toda la cara”, aseguró Bruce Murray, un amigo de infancia de Farrokh.
Su interés por el boxeo lo llevó a posicionarse como uno de los más destacados deportistas. Después de una temporada como peleador, su madre le pidió cambiar este deporte y pasó al ping pong donde también fue uno de los mejores.
Años después, Mercury llevaría su pasión por el boxeo se reflejaría en sus presentaciones. Se dice que su forma de mover los brazos y puños, además de la manera en que se posicionaba en el escenario, son una muestra del boxeador que fue en su infancia.
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