El caso que levantó polémica se evidenció en Birmingham, Inglaterra, donde la trabajadora de la salud no le vio problema en coger la tarjeta de crédito del paciente que ya había fallecido para comprar un refrigerio.
La juzgada decisión de la enfermera quedó registrada por las cámaras de seguridad del hospital, donde se le ve a la enfermera ir por las papas fritas y otros productos que había en la máquina.
La mujer fue identificada por la policía como Ayesha Basharat, quien además, usó la tarjeta en seis oportunidades, por lo que explicó a la policía que “Ella afirmó haberlo encontrado y confundido con su propia tarjeta, pero eran de diferentes colores y ella ignoró las reglas del hospital sobre la pérdida de propiedad de los pacientes”, como explicó a BBC.
Por su parte, Andrew Snowdon, detective del caso, explicó que la familia del paciente estaba indignada por el uso de confianza de la enfermera, quien tomó la tarjeta cuando estaban en pleno luto.
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