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Esta decisión se tomó en un tribunal federal de Brooklyn, después de que Mack se declarara culpable en 2019 por haber reclutado mujeres que posteriormente se convertirían en esclavas sexuales para Keith Raniere, líder de la secta, quien fue sentenciado a 120 años de prisión por varios delitos como tráfico sexual y crimen organizado.
Este grupo en el que Allison reunía a las mujeres, quienes pensaban se trataba de un movimiento de empoderamiento femenino, era denominado como ‘DOS’, el cual tendría como siginificado «maestro de las compañeras obedientes».
No obstante, la pena de tres años para Mack fue mucho menor a la esperada por los encargados del caso, gracias a la cooperación de la actriz que permitió capturar al líder de la secta sexual con una grabación en la que ambos discutían sobre una ceremonia para marcar a las mujeres en sus regiones pélvicas.
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La actriz tendrá que cumplir su pena en prisión a partir de finales de septiembre, y también se verá obligada a pagar 20.000 dólares como multa.