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En octubre del 2020, la actriz Esmé Bianco, conocida por su participación en la exitosa serie ‘Game of Thrones’, denunció junto a Ashley Walters, Ashley Morgan Smithline, Sarah McNeilly y Evan Rachel Wood, que el polémico cantante Marilyn Manson las torturó física, psicológica y sexualmente en su apartamento, ubicado en West Hollywood.
Bianco aseguró en ese entonces que Manson la abusó verbal y sexualmente, la privó del sueño y la comida, la mordió, cortó, electrocutó y azotó sin su consentimiento.
De acuerdo con un reciente informe de la revista Rolling Stone, que recoge más de 55 testimonios, el músico tenía en su casa, que antes era un estudio musical, un cuarto en vidrio el cual llamaba “la habitación de las chicas malas”.
En la habitación, Brian Hugh Warner (Marilyn Manson) abusó de multiples formas a colegas, exparejas y empleadas cuando se molestaba con ellas o se “quería divertir”.
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Los testimonios de las exparejas, colegas y empleadas de Manson no son los únicos que afirman que el músico torturaba a mujeres, pues diferentes trabajadores y asistentes aseguraron que tenía “una celda de confinamiento solitario utilizada para torturar psicológicamente”.
Ashley Walters, una de las asistentes que demandó a Manson por agresión sexual y otros cargos, aseguró en su testimonio que el artista no escondía su “habitación de las chicas malas” y disfrutaba contando todo lo que hacía ahí, aunque lo decía en forma de “broma”. Ryan Brown, otro asistente del polémico cantante, reveló que nunca vio a una mujer en esa habitación, pero que sí sabía de su existencia.
Manson ha hablado públicamente de la habitación en diferentes entrevistas, como una publicada en el 2012 en la que afirmó: “si alguien es malo, puedo encerrarlo y está insonorizado”, sin embargo, como lo hizo en “tono de broma”, nadie lo tomó en serio.
El ‘Anticristo’ o el ‘Rey de las Tinieblas’, como también es conocido Manson, siempre ha generado polémica con sus letras y fuertes videos, pero sus fanáticos nunca pensaron que la oscuridad que siempre ha mostrado es real.
Ashley Morgan Smithline, una de las mujeres víctima de la “habitación de las chicas malas”, confesó que mientras estuvo en una relación con Manson sufrió de múltiples abusos y que él disfrutaba viéndola gritar. “Aprendí a no luchar contra eso porque le estaba dando lo que quería. Simplemente iba a otra parte de mi cabeza”.
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El informe de Rolling Stone reveló que el apartamento en donde ocurrieron los abusos estaba decorado con sangre, esvásticas y fotos recortadas de revistas porno. Además de que el apartamento era todo negro, “había vaginas por todas partes y había un mensaje pintado con aerosol sobre su cama que decía “SIDA”.
La revista aseguró que la temperatura del apartamento debía mantenerse gélida y si alguien ajustaba el termostato por encima de los 65 grados, Manson hacía berrinches y destruía muebles.
Algunas de las demandantes aseguran vivir en la actualidad episodios paralizantes de ansiedad, depresión, ataques de pánico y trastorno de estrés postraumático.
