El pastor de 66 años, lamentablemente no pudo ser despedido por su familia debido a las normas de la clínica donde se encontraba hospitalizado.
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Además, agregó en los comentarios que el problema real de la pandemia eran los medios que estaban causando pánico a las personas con las noticias sobre el coronavirus, haciendo más mal que bien.
Por otro lado, el gobernador de este estado, Roy Cooper, envió sus condolencias a la familia del pastor y dijo: «Esta es una advertencia clara de que para algunas personas el COVID-19 es una enfermedad grave. Todos debemos hacer nuestra parte para detener la propagación al permanecer en casa tanto como sea posible y practicar el distanciamiento social».
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