¿Quién no quisiera hacer parte de las películas de Quentin Tarantino? Pues esta fue la invitación que hizo el director a Metallica en una oportunidad para que la música de la banda hiciera parte del soundtrack de «Kill Bill», quizá una de las películas de culto que hace parte del amplio catálogo de Tarantino.
Sin embargo, el director fue rechazado por la banda al solicitarles el permiso para usar «Enter Sandman» y «Sad But True», canciones con las que quería musicalizar las emblemáticas peleas de «Kill Bill Vol. 1».
Cuenta la historia que Tarantino se comunicó con Lars Ulrich para pedirle el permiso de usar las canciones de Metallica, de paso, le explicó la manera en la que quería mezclar los sonidos de la banda con la escena donde «la mamba negra» se enfrenta a los «Crazy 88’s» en la primera entrega de la historia.
Según lo que recodó el baterista en aquel entonces, Tarantino estaba muy emocionado al poder contar con Metallica en su película:
«Los puños impactarían los rostros en los acentos [de la música]. Las patadas se sincronizarían con el sonido de los platillos. Todos los cuerpos volarían al ritmo de la música».
Pero no todas fueron buenas noticias por parte de Lars, quien confesó que tras tener el guión en sus manos, las ganas de que Metallica hiciera parte de «Kill Bill» se fueron esfumando:
«Noté que casi todo el guion estaba escrito en un lenguaje más allá de mis capacidades de entendimiento. La verdad no pude abrir mi cerrada mente danesa. Admiro sus películas, lo amo como persona, pero luego de 180 páginas me sentí bastante desconcertado y poco cómodo por no comprender el guion».
Después de ver la primera entrega de Kill Bill y darse cuenta del rechazo que mostraron con la propuesta de Tarantino, Lars admitió que fue «el error más grande de la carrera de Metallica».