Hoy en Radioacktiva
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El curioso caso que se conoció a través de los medios de comunicación tiene como protagonista a Malcolm MacDonald, un británico de 45 años al quien le amputaron su pene debido a problemas sanguíneos, sin embargo, el paciente no se quedó si su miembro, pues os médicos le implantaron uno en su brazo.
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MacDonald, quien se emplea como mecánico, padeció una terrible infección e el perineo que le provocó que los dedos de sus manos, pies y pene sufrieran las consecuencias.
Según contó el paciente al diario “The Sun”, un día estaba en su casa cuando su pene cayó al piso, sin embargo sus testículos quedaron en su lugar. Al ir al médico para saber qué solución había, pues le dieron una buena noticia, eso sí, no en el lugar que esperaba.
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Uno de los doctores, quien es profesor del Hospital Universitario de la Universidad de Londres y especialista en esta parte del cuerpo, le dio la solución: practicarle un injerto del pene en el brazo, el cual debe llevar ahí por lo menos dos años mientras le construyen un nuevo pene funcional.
