Precisamente los míticos lentes fueron vendidos en una subasta en la que el fan de Lennon pagó 165.000 euros por este recuerdo.
Fue Alan Herring, ex conductor y asistente personal de Ringo Starr, quien tenía en su poder los lentes de John, y que decidió sacarlos para poder venderlos.
Herring explicó que las gafas llegaron a su poder cuando Lennon las olvidó en el asiento trasero de su vehículo en el verano de 1968, en un viaje donde John iba acompañado por Ringo Starr y George Harrison.