Se trata de la historia de los soldados romanos que lucharon entre los años 122 y 133, quienes en aquel entonces extrajeron una piedra en Gelt Forest, Reino Unido, todo para el Muro del emperador Adriano. En aquel entonces nació lo que se considera el primer dibujo fálico de la historia.
Cabe resaltar que para los romanos los penes eran símbolos de buena suerte, ya que eran fieles creyentes en que la forma era capaz de alejar todo mal y evitar las desgracias.
Por su parte, el arqueólogo Rob Collins relacionó los penes con la religión y explicó por qué:
“Sabemos esto tanto por la forma en que los romanos han escrito sobre el falo en relación con el ritual y la religión, como por la forma en que los arqueólogos encuentran estos símbolos»,