Hoy en Radioacktiva
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El 10 de abril de 1970 se convirtió en un día negro para los fans del cuarteto de Liverpool y el Rock and Roll, pues Paul McCartney anuncia su salida de The Beatles mediante un comunicado de prensa.
Ocupando los titulares de los principales periódicos a nivel mundial, la noticia se difundió a una velocidad inimaginable con especulaciones sobre trabajos en solitario y fractura de amistades por intereses individuales, entre otras razones. Aunque desde hacía algún tiempo atrás, el cuarteto ya venía atravesando una crisis que solo la separación parecía solucionar, ante los ojos del mundo, la banda aparentaba unidad.
Luego de la muerte de su mánager, Brian Epstein, la crisis existencial que atravesaba Lennon en la que señalaba que la Beatlemanía consumía sin darle importancia a la música, además de su deseo por conseguir la paz mundial; la vida en familia de McCartney a lado de Linda y las amenazas de Harrison y Ringo de abandonar el grupo, la banda inició un penoso declive.
En una de sus primeras declaraciones luego de la noticia, McCartney sostuvo:
“Yo no he dejado a los Beatles. Los Beatles han dejado a los Beatles. Pero nadie quería ser el primero en admitir que la fiesta había terminado.”
A lo que Lennon contestó:
«Un día le dije a Paul: “Me voy a ir”…. estábamos discutiendo algo con Paul en una oficina y le estaba diciendo que no a todo, hasta que finalmente dije: “Ya está. El grupo ha terminado. Me voy”. Paul me pidió que lo pensara. Sin embargo, fue él quien lo anunció seis meses después para promocionar su disco como solista. Fui un tonto por no hacer lo que hizo Paul. Yo no estaba molesto con Paul por haberlo anunciado a su manera. Solo estaba sorprendido. Es un buen relacionista público. Tal vez el mejor del mundo. Estábamos sentidos que no nos hubiera avisado lo que iba a hacer. Me llamó una tarde, y me dijo “voy a hacer lo que tú y Yoko estaban haciendo el año pasado, voy a sacar un álbum solo y me voy del grupo también”. Fue raro oírlo de su boca, pues él era el que más quería a Los Beatles. Y entonces los periódicos de medianoche salieron con la noticia. Yo estaba maldiciendo por no haberlo hecho yo mismo.»
