La policía de Seúl, Corea del Sur, se mostró preocupada por la intimidad de más de 800 parejas que fueron grabadas teniendo relaciones sexuales al interior de un motel en el que una red se encargaba de grabar el material para transmitirlo en vivo.
Corea de Sul atraviesa por una epidemia de «molka», como se le denomina a las cámaras espías que en su mayoría son instaladas por hombres con intenciones de grabar a las mujeres para vender dicho material.
Las grabaciones eran emitidas las 24 horas del día a través de una página web extranjera, la cual contaba con una cantidad de 4.000 seguidores. Además, quienes querían tener material exclusivo, pagaban un monto de 50.000 wones (45 dólares).