Y es que en esa época, cinco años antes del lanzamiento del ahora exitoso videojuego, Fergusson entendía que los progresos realizados hasta el momento no se encontraban a la altura de los estándares de calidad que se había fijado como principal responsable de los estudios, por lo que se propuso desechar la idea y reiniciar el proceso creativo.
Meses después de su salida de la empresa, el concepto de ‘Fortnite’ fue ligeramente alterado y acabó desembocando en el juego de batallas multijugador que se ha convertido en el gran fenómeno mundial de esta década: un resultado del que Fergusson reconoce «alegrarse» mucho al validar de alguna forma su teoría sobre la necesidad de dar un cambio de rumbo.