Es el caso del australiano Jack Chapman, de 28 años, quien se inyectó silicona en sus genitales para aumentar el tamaño, pero en lugar de eso, solo aumentó las posibilidades de morir, y eso fue lo que consiguió.
Medios internacionales confirman la muerte de Jack, denominándola como “síndrome de inyección de silicona”, el cual le produjo problemas pulmonares, entre otros síntomas, y esta fue la sentencia de su muerte.
“Tank Hafertepen”, como era conocido por sus amigos, siempre mostraba sus partes íntimas muy orgulloso de tener un tamaño soñado:
Vean las fotos
El hombre que murió por inyectarse el paquete ??♂️ pic.twitter.com/KwLX0IneAW
— Iamchisme (@ChismesCol) 8 de noviembre de 2018
Orgulloso de su paquete ??♂️ pic.twitter.com/9Q5yGv3P4V
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