Cuando Carlos de 33 años decidió contraer matrimonio con su novia, sus amigos no podían dejar pasar esta oportunidad por alto y se fueron de despedida de soltero con todos los juguetes.
Los compadres de Carlos lo invitaron a celebrar la despedida de soltero a un viaje al caribe, lleno de sexo, drogas, strepteases, orgías, tríos toda clase de dinámicas genuinas a una fiesta al mejor estilo de American Pie.
Sin embargo y como buenos amigos, compartían un grupo de WhatsApp donde se enviaban todo el material que grababan en dicha fiesta, de lo que no se percataron es que, en el grupo, un tal Luis era en realidad una de la mujer de ellos y quien se encargó de rotar el material a las demás esposas de los amigos.
Los videos y las fotografías dejaron sin explicación alguna al grupo de amigos. Por obvias razones la boda se canceló y de paso se llevó 17 divorcios por delante.
