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Promesa del rugby quedó tetrapléjico tras comerse una babosa que le dio un amigo

Diego García Rico
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sam

Sam Ballard, era un jugador de rugby australiano, a quien le cambió la vida por completo en el año 2010, después de que en una fiesta con amigos, uno de los presentes le propusiera el estúpido reto de comerse una babosa.

A los pocos días de que el joven comiera la babosa, empezó a enfermarse de manera muy acelerada, por lo que decidió ir a un centro médico a practicarse exámenes, los cuales revelaron que el gusano que había ingerido era portador de un parásito llamado científicamente ‘Angiostrongylus cantonensis’, el cual había adquirido a través de las heces de una rata.

El parásito hizo que el joven contrajera ‘Meningoencefalitis eosinofílica’, una patología que le dañó el cerebro y le provocó un estado de coma durante casi un año y medio. Al despertar, el joven quedó tetrapléjico, y desde ese momento está postrado en una silla de ruedas, sin habla, sufriendo de convulsiones ocasionales y totalmente dependiente de su madre.

Tres años después del lamentable hecho, sus amigos más cercanos crearon un grupo de apoyo llamado Equipo Ballard, con el único objetivo de recaudar fondos para los gastos y cuidados de Sam.

El caso de Sam Ballard ha sonado de nuevo en la actualidad, porque su familia está luchando con el Gobierno australiano, por la decisión que este tomó de cortar la ayuda económica de 492.000 dólares a 135.000 dólares.

 

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