Después de saber lo que estaba pasando, su jefe le sugirió acudir al médico para que pudiera manejar sus problemas de drogadicción, pues el uniformado de 24 años asegura que sus largas jornadas de trabajo lo llevaron a caer en las drogas.
De paso, el policía, añade que los problemas de estrés también lo ayudaron a caer, aceptando que empezó a consumir drogas después de incautar en las zonas más peligrosas de Bogotá y Medelín.
La historia la dio a conocer el mismo José Ricardo Barrera, quien desde los 20 años operó como agente de la policía y su trabajo consistía en apoyar los operativos donde se decomisaban grandes cantidades de droga como marihuana, cocaína, bazuco y heroína.
Después de aceptar el gran problema al que se estaba enfrentando, fue diagnosticado con trastornos mentales y comportamentales por el mismo consumo de drogas, además de perder el 10% de sus capacidades de motricidad.
Por su parte la Corte Constitucional decidió que la Policía Nacional debe asumir los gastos médicos para tratar José Ricardo, puesto que la enfermedad de adicción la adquirió por ejercer su trabajo en la institución.