Fue el mismo joven, Santiago Rico, quien le contó a Caracol radio sobre su amarga experiencia en el sistema integrado de transporte en la ciudad, cuando abordó uno de los articulados que iba por la carrera 30, a la altura del estadio el Campín.
Fue allí cuando vivió algo que al principio le pareció extraño: “Primero sentí algo en el glúteo, yo creí que era un maletín o un bolso, el bus continuaba, yo seguía sintiendo esta molestia y cuando me volteo veo a un hombre de 45 años en estado de embriaguez que me estaba tocando el glúteo, yo me puse a gritar pero la gente lo que hizo fue burlarse, yo detuve al abusador hasta que llegó la policía”, contó el joven periodista.
Ante esto, el joven se dirigió hasta la fiscalía para poner la denuncia, aunque es consciente que el abusador no se mantendrá por mucho tiempo tras las rejas.