«Lo más curioso de todo es que creo que cogí la infección por culpa de una manicura. Pero ya estoy mucho mejor y en febrero estaré de vuelta en el Reino Unido con nuestra gira», ha asegurado el líder de Black Sabbath al diario Daily Star para insistir, a continuación, en que su lento y tedioso proceso de recuperación marcha al menos favorablemente.
«La verdad es que estoy disfrutando del mejor momento de mi vida, si nos olvidamos por un momento de esta mi**da que tengo en el dedo. Nunca me imaginé que podría ser tan peligroso. Estuve ingresado un par de días en el hospital y me tuvieron que operar de urgencia. Recuerdo que lo primero que me dijo [su esposa] Sharon al despertar fue: ‘¿Pero qué co** te has hecho en la mano?’«, ha añadido con sentido del humor.
Además de haberse visto obligado a cancelar varios conciertos de su gira de despedida, el astro de la música se pasó varias semanas sin poder llevar a cabo numerosas acciones básicas de su vida cotidiana y, en un caso muy concreto, ni siquiera llegó a contar con «voluntarios» que le ayudaran a mantenerse aseado.
«El dedo se me hinchó tanto, que parecía del tamaño de una bombilla de las grandes. Y lo peor de todo es que era el de la mano derecha. Yo soy diestro, así que ni siquiera me podía limpiar bien el culo. Por desgracia tampoco tenía demasiados voluntarios que quisieran hacerlo por mí», ha bromeado en la misma conversación.